Sobre la persecución a Vinicius Junior, por @elcarrildel2
No solo no disminuye con el paso de los días la persecución a Vinicius Junior, sino que aumenta la misma a medida que avanza la temporada.
Y se lleva adelante esa persecución por los mismos de siempre, gentes de sobra conocidos por todos, que han fijado en Vinicius su objetivo presente, como antes lo fijaron en otros futbolistas, a los que hicieron la vida imposible, sin importarles en absoluto ningún motivo ni circunstancia, mirando únicamente su ánimo de lucro, su beneficio personal y empresarial.
Futbolistas hubo que se tuvieron que marchar de España, hartos de aguantar carros y carretas. Otros se tuvieron que refugiar entre los muros de su casa, y también los que tuvieron el aguante suficiente para ignorar los continuos ataques y desplantes.
Vinicius Junior va un paso más allá. Los hace frente, no se calla, no vuelve la cara, no se achica ante la campaña de fieros ataques y reproches que contra su persona están llevando a cabo los que solo conciben la vida bajo su particular punto de vista, los que están acostumbrados a hacer y deshacer a su antojo, a que tirios y troyanos se plieguen a sus ideas y deseos sin alzar la voz y sin expresar el más mínimo reproche por sus maneras torticeras y alejadas del más mínimo decoro y la más mínima decencia.
Son los inquisidores del presente siglo, sujetos acostumbrados a campar a sus anchas y a señalar lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, la verdad y la mentira, el día y la noche, lo que se puede y no se puede hacer, a no respetar a nadie ni por sus hechos ni por sus ideas.
Para su desgracia y nuestra fortuna, aparece un futbolista de tan solo veintidós años que no está dispuesto a soportar sus salidas de tono. Vinicius Junior se planta, y los mira de frente. Y como son unos cobardes, dudan, desvían la mirada. Son profesionales del tirar la piedra y esconder la mano.
Porque Vinicius no es un cualquiera, no es un futbolista de menor cuantía. Resulta que juega en el mejor Club del mundo, el Real Madrid, y en la selección de Brasil, habiendo demostrado con ambas camisetas su dimensión de futbolista grandioso, de repercusión mundial.
Lo que se dice de Vinicius Junior se ve, escucha y lee al instante en todo el mundo. El comportamiento que tienen hacía él las aficiones rivales, las acciones antirreglamentarias que sufre por parte de los contrarios, las actuaciones arbitrales, y los comentarios de la prensa, a más de sus reacciones ante todas estas situaciones, circulan por todo el Planeta de manera instantánea.
El asunto ha llegado a un punto que ya trasciende al propio fútbol, y se adentra por derroteros más sinuosos, llega a instancias superiores, que se ven en la necesidad de intervenir.
El Real Madrid ya tuvo que publicar una nota al respecto de esta situación. No ha encontrado el mismo respaldo por parte de las autoridades deportivas. Nada sabemos de la Federación Española de Fútbol, mientras la Liga de Fútbol Profesional se limita a cumplir el expediente reglamentario.
Una vez más, debe ser la afición madridista la que se ponga al frente de la situación. El jueves volvemos al Santiago Bernabéu. En este caso, lo de menos es el rival. Lo trascendente es que los aficionados que sin duda llenarán las gradas cierren filas en apoyo a nuestro futbolista, dándole el respaldo y el apoyo unánime y sin fisuras que Vinicius Junior necesita y sobre todo merece.