La Crónica. Final Supercopa de España. Athletic Club 0-2 Real Madrid. Modric, Capitán General, por @elcarrildel2
El Real Madrid se ha impuesto (0-2) al Athletic Club, en el partido correspondiente a la Final de la Supercopa de España, disputado en el Estadio Rey Fahd, de Arabia Saudí.
Cogió Luka Modric los mandos del Madrid desde el pitido inicial, para conducirnos de manera inapelable, meridiana, a la conquista de un nuevo título. Se movió el croata por el campo con el ímpetu de un juvenil, pero a la vez con el conocimiento del juego de un veterano de treinta y seis años. Su caudal de juego resultó imparable para los contrarios. Su magisterio, indiscutible e insuperable. Modric es el Capitán General de este Madrid que vence y hasta convence, que manda en la Liga, que espera al PSG en la Champions, y que ha cerrado de manera brillante la conquista de la Supercopa de España.
Y muy cierto es que a su alrededor se mueven futbolistas extraordinarios, del calibre de Casemiro y Kroos, de Benzema y Vinicius, de Militao y Alaba, de Courtois y de Mendy, y anoche también de Lucas Vázquez, que volvió a estar excelso en el puesto de dos, y de Rodrygo, que fabricó el primer gol, y que dio la cara hasta ser sustituido en el minuto 63 por Valverde.
Comenzó el encuentro con la polémica de un balón que golpeó en el brazo de Alaba. Nada se pitó acorde a las reglas vigentes esta temporada con respecto a esas situaciones, por mucho que algunos hayan querido ver algo más.
Nada de particular importancia ocurrió en los siguientes minutos. Daba la impresión de que el Madrid iba madurando el partido, sin querer imponer un ritmo excesivamente alto al juego, sin querer irse de manera clara a por la portería de Unai Simón.
Llegamos así al minuto 37. Entonces penetró Rodrygo por la derecha. Habilitó a Modric, que entraba como un avión por el centro. Según recibía, soltó Luka un trallazo a media altura con su pierna derecha que se coló como una exhalación en la portería bilbaína.
Con la ventaja de un gol nos marchamos al descanso. En la reanudación, minuto 50, llegaría la sentencia. Hubo mano de un defensor rojiblanco dentro de su área. El colegiado del encuentro, Sr. Soto Grado, fue advertido por el VAR. Tras la correspondiente revisión, se sancionó la pena máxima, que ejecutó Karim Benzema de manera impecable. Era el 2-0.
Apretaron entonces los “leones”, que dispusieron de algunas aproximaciones. Raúl García se incorporó al juego, quizás para compensar la bisoñez de algunos compañeros.
El caso es que llegamos al minuto 86. Militao, dentro del área pequeña, despejaba un cabezazo rival con las manos, en lo que parecía una ocasión manifiesta de gol. En un principio, el colegiado indicó saque de esquina. De nuevo intervino el VAR. Hubo corrección. Penalti y tarjeta roja para el central brasileño.
Lanzó la pena máxima Raúl García. Se estiró Courtois, capaz de llegar con su pie izquierdo a despejar el lanzamiento, muy centrado, hacia su portería. Thibaut no podía fallar, y no lo hizo, en el partido más importante en lo que va de temporada.
Aún hubo que jugar hasta el minuto 94. Nacho se incorporó al juego, en sustitución de un Vinicius que trabajó a destajo, si bien no prodigó las acciones espectaculares en ataque de otras tardes.
Celebraron los expedicionarios, y los madridistas, el título como se merecía. Ancelotti hasta se permitió alguna broma en sus declaraciones. Pintus sonriente y feliz. Modric el mejor de la final. Courtois volvió a acreditar que es el mejor portero del mundo. Y entre todos certificamos, una vez más, la verdad inmutable de lo que nos enseñó don Alfredo: “Las finales no se juegan, se ganan”.
Buenos días a todos. HALA MADRID.